Eficacia del desarrollo

"Una ayuda dirigida por los socios, armonizada y alineada, centrada en los más pobres, predecible, desvinculada, canalizada a través de instituciones eficaces y centrada en los resultados (...)", (CAD/OCDE).

Desde la adopción de los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) por parte de la Asamblea General de las Naciones Unidas en la Cumbre del Milenio del año 2000, los contribuyentes y socios han tratado de aumentar y mejorar la prestación de la ayuda en términos de calidad, puntualidad, apropiación e impacto.

De hecho, existe un amplio consenso internacional sobre la importancia de una ayuda más eficaz, lo que ha obligado a los donantes y socios a revisar sus políticas, procedimientos y prácticas de ayuda. A ello han contribuido una serie de acontecimientos de alto nivel que han configurado la cooperación al desarrollo actual, a saber: la Conferencia sobre la Financiación para el Desarrollo (Monterrey, 2002) y las reuniones de alto nivel sobre la Eficacia de la Ayuda: Roma (2003), París (2005), Accra (2008) y Busan (2011), que situaron la eficacia de la ayuda en el centro del debate internacional.

Las reuniones de Roma, París, Accra y Busan dieron lugar a cuatro documentos decisivos: la Declaración de Roma sobre la Armonización, la Declaración de París sobre la Eficacia de la Ayuda, el Plan de Acción de Accra y la Alianza de Busan para una Cooperación al Desarrollo Eficaz.

En la Declaración de Roma (2003), se hizo hincapié en la cuestión de la armonización de las políticas, los procedimientos y las prácticas institucionales de los contribuyentes con las de los países socios; no solo para que la ayuda sea más eficaz, sino también para que los resultados obtenidos se acerquen a las metas de los ODM.

En la Declaración de París (2005), los contribuyentes y socios identificaron 5 dimensiones para una ayuda más eficaz: armonización, alineación, apropiación, rendición de cuentas/responsabilidad mútua y gestión de resultados. En cada una de ellas se identificaron compromisos con objetivos a alcanzar para 2010.

En el Plan de Acción de Accra (2008), con base en los avances y las limitaciones derivadas de la aplicación de la Declaración de París, se identificaron acciones prioritarias, algunas de ellas de aplicación inmediata, para acelerar los resultados de los compromisos de París.

La Alianza de Busan para una Cooperación al Desarrollo Eficaz (2011), refuerza los principios de apropiación, enfoque en los resultados, asociaciones inclusivas para el desarrollo, transparencia y responsabilidad en la búsqueda de objetivos comunes y, por primera vez, establece un marco para la cooperación al desarrollo que abarca una amplia gama de actores, incluyendo contribuyentes tradicionales, actores de la cooperación Sur-Sur, economías emergentes, organizaciones de la sociedad civil y financiadores privados, lo que constituye un hito en la cooperación al desarrollo. Entre los aspectos consagrados en la declaración, se destacan también los siguientes una mayor descentralización sobre el terreno; un apoyo reforzado a los Estados en situación de fragilidad plasmado en el "Nuevo Acuerdo para la Participación en Estados Frágiles", que Portugal ha suscrito; compromisos con la igualdad de género y empoderamiento de las mujeres plasmados en la "Plan de Acción de Busan para la Igualdad de Género", que Portugal también ha suscrito; el refuerzo de la asociación con el sector privado consagrado en la declaración conjunta "Reforzar y ampliar la asociación en el sector público-privado para lograr un crecimiento sostenible amplio e integrador" y la atención prestada a la financiación del cambio climático.

La Alianza de Busan reconoce que los progresos realizados en la aplicación de la agenda de la eficacia están aún lejos de lo esperado y que la arquitectura de la ayuda internacional ha sufrido profundos cambios en la última década que deben incorporarse en el futuro, ampliando esta agenda de la eficacia de la ayuda a una perspectiva más amplia de "eficacia del desarrollo". La asociación global que establece reúne bajo principios comunes a los distintos elementos y actores de la nueva arquitectura de la ayuda, como los nuevos donantes y el sector privado, definiendo grados de compromiso diferenciados para cada uno, partiendo de la base de que la ayuda pública es sólo uno de los elementos necesarios -aunque esencial- para la promoción del desarrollo sostenible.

Planes para al Eficacia de la Ayuda

 

Documentos respaldados por Portugal en los foros de alto nivel sobre la Eficacia de la Ayuda

 

Código de conducta de la UE sobre la complementariedad y la división del trabajo en la política de desarrollo

 

Informes sobre la Eficacia de la Ayuda